Traigan alcohol, ron, tequila, brandy, todo.
Bebimos un poco de todo, o quizás un todo de mucho,
Solo lo suficiente para adormecer el raciocinio
y enaltecer los sentidos.
Se acaba la peda y se acaba el romance,
Como de costumbre, ¿por qué deberÃa de asombrarme?
Lo nuestro se engendra en alcohol y se muere en sensatez.
Cronológicamente inverso, comienza de noche y de dÃa se termina,
Primero los besos, después sigue la vida.
Comienza con el descorche de una botella,
Pero termina al fondo de diez de ellas,
Al despertar por las mañanas,
crudos de los besos, con resaca de añoranza.
Duele la cabeza y no sé si es de alcohol o de recuerdos,
pero ahora, teniendo el corazón abstemio, y sobria de momentos
¿por qué me siento tan ebria de ti?